FUNDAMENTACIÓN

A lo largo de las últimas cuatro décadas, las Universidades Nacionales han atravesado distintos momentos, marcados tanto por los lineamientos y políticas de gobiernos que obedecieron -según el período- a diversas lógicas de comprensión y definición de lo universitario, como por las agendas que cada institución ha definido desde su autonomía. Con la recuperación de la democracia, las mismas asistieron a un proceso de reconstrucción, reorganización, normalización y democratización que procuró recuperar los caracteres legados por la Reforma de 1918 (libertad de cátedra y ciudadanía política plena). Durante la década del 90, nuestras instituciones protagonizaron un proceso de reestructuración normativa, administrativa e interinstitucional que impactó en su marco regulatorio y en el modus operandi y densidad de la red de instituciones universitarias estatales y de Ciencia y Técnica. Iniciado el siglo XXI, asistimos a una instancia de fortalecimiento y expansión del sistema universitario estatal desde una perspectiva de derechos que, si bien en un inicio supuso un progresivo incremento de la inversión pública en el área, luego debió lidiar con las lógicas de desfinanciamiento, pero, sobre todo, con la dificultad de responder en clave de sistema a los imperativos paradigmáticos de la época, anclados en la privatización, la desregulación y la competitividad, que reclaman la consolidación de una estructura donde su sector de punta, los centros de investigación y el posgrado, se articulen a las necesidades de la economía para incrementar sus niveles de eficiencia y competitividad en los mercados globales.

Procuramos propiciar un espacio de reflexión en el que nuestras propias prácticas y producciones académicas -que tienen como objeto a la universidad y a sus dinámicas de producción y reproducción- sean interpeladas en relación con las lógicas imperantes de la investigación y de la producción de “lo universitario” y de sus sentidos. En suma, proponemos constituir una instancia de diálogo que se desentienda de las agendas (auto)impuestas y recupere lo académico en un sentido político.

En relación a lo propuesto, emergen algunos interrogantes centrales que orientarán el trabajo en la mesa:

• ¿De qué modo los marcos regulatorios y las políticas de educación superior impactaron en los procesos de estructuración del sistema universitario argentino?
• ¿Cuáles han sido las dinámicas político institucionales desplegadas en relación a la función docencia, investigación, creación y extensión del sistema universitario argentino en éstas últimas cuatro décadas?
• ¿Cómo han incidido las mismas en los procesos de estructuración del sistema?